Ya el sábado Vettel fue el único piloto llamado a comisarios por no respetar una doble abandera amarilla, lo que supuso la primera sanción del año que le obligaría a partir a carrera desde la última posición, lo cual no suponía una gran pérdida ya que en clasificación había finalizado en decimoctavo lugar.

En carrera, Vettel se pudo divertir por momentos, librando batallas con viejos rivales, como el duelo a tres que mantuvo con Fernando Alonso y con Sainz con varios intercambios de posición, e incluso poniéndole las cosas difíciles a algunos excompañeros a los que tenía ganas, como Daniel Ricciardo y sobre todo Charles Leclerc.

Aunque la estrategia cruzada y las diversas luchas no favorecían la remontada del cuatro veces campeón del mundo, sí parecía capaz de poder luchar por los últimos puntos, por meterse entre los 10 primeros. Pero entonces, Vettel, cuyo mayor error en carrera hasta el momento había sido alguna pasada de frenada que le había costado posiciones, falló estrepitosamente.

Luchando por defender posición con Esteban Ocon, el alemán decidió proteger el interior en la recta de meta, por lo que el de Alpine se mantuvo por fuera. Con DRS, Esteban adelantó al alemán antes de la frenada, momento en el que Vettel decidió ponerse tras el coche azul pero olvidándose de frenar a tiempo, clavando neumáticos y embistiendo a su rival, que acabó trompeado a final de recta. Una maniobra que por desgracia no es nueva en el repertorio de Vettel.

Tampoco es nuevo, pero no por ello no dejó de sorprender a todos, la radio de Vettel en la que acusó a Esteban Ocon de haberse movido en frenada, lo que dejó a la mayoría de los espectadores con los ojos abiertos como platos pese a que la tendencia siempre que Vettel tiene una acción de este tipo es la de acusar inmediatamente a su rival de haberse movido, no teniendo la razón en la mayoría de ocasiones.

Los comisarios, sin dudas

Más allá de la radio acusando a Esteban de moverse cuando las imágenes revelaban que el único que se había movido, tanto antes de la recta como al final de la misma era el alemán, Vettel mantuvo su discurso a final de carrera, atendiendo a los medios de diferentes países. No fue ya hasta bien entrada la tarde cuando empezó a cambiar su contestación por la de “Probablemente haya sido mi culpa”.

Los comisarios no tuvieron ninguna duda en este caso, imponiendo una sanción tras haber analizado vídeo y telemetría y encontrar a Sebastian como único culpable de la acción. Dicha sanción fueron 10 segundos de tiempo añadido, siendo también el primer piloto sancionado en carrera de la temporada. Además, se le impusieron dos puntos más en la licencia de piloto, acumulando cinco en un solo domingo.

Sin duda, no era el debut soñado en Aston Martin, en lo que debía ser su nueva etapa, su resurgir en la categoría