1.- Planea tu comida

A pesar de que la mayoría de las personas se llevan su almuerzo preparado desde casa, muchos de ellos compran el desayuno en la calle, creyendo que con esta medida disminuyen el gasto, lo cual no es así, por lo que es recomendable planificar todas las comidas con un buen presupuesto y reservar las salidas a comer fuera en ocasiones especiales.  Te sorprenderás cuanto dinero puedes ahorrar prestando atención a este detalle.

2.-Evita pellizcar tu cuenta de ahorros

Ese hábito de “saco un poquito y después lo repongo” significa que tu lista de gastos se está llenado de “imprevistos” con los cuales por diversas razones olvidas contemplar en tu presupuesto, de nada sirve tener una cuenta de ahorros si destinas lo ahorrado para pagar otros gastos, por lo que es muy importante asegurarse de que tu gasto diario no se mezcle con el dinero que estás guardando si quieres tener ahorros para cubrir emergencias, enfermedades o si tienes buenos conocimientos en materia económica invertirlos en instrumentos financieros rentables, que más adelante hablaremos de este tema.

3.- Configura depósitos automáticos a tu cuenta de ahorros

Ya lo dicen grandes expertos: “antes de comenzar a gastar debes primero guardar”, analiza bien tus gastos fijos como alquiler, condominio, gas, agua, luz teléfono, comida y otras cosas, es importante hacer un presupuesto y determinar cual es la cantidad fija a ahorrar.  Les confieso que esto a veces resulta difícil de hacer, pero si creamos el hábito, aunque sea de transferir una pequeña cantidad desde nuestra cuenta nómina, con el tiempo lo lograrás.

4.- Si tienes ingresos extras, ¡ahórralos!

Si además de tu trabajo a tiempo completo realizas otras actividades que te puedan dejar un dinero extra, es una buena manera de complementar tus ahorros, no tiene que ser la totalidad del mismo, puesto que, si cuentas con ese dinero para tus gastos normales, intenta elegir una cantidad pequeña para ahorrarlo. En poco tiempo comenzarás a darte cuenta de los beneficios a largo plazo que tendrás con esta decisión.

5.- Cómprate un obsequio

Una vez que hayas logrado tu meta de ahorro, puedes premiarte con algo que desees, eso sí no dejes que el “placer” de recompensar tu esfuerzo en ahorrar se convierta en un sinónimo de felicidad o tranquilidad, lo único importante es que lo gastes sin sentirte culpable para que puedas continuar con tus hábitos de ahorro al día siguiente.

Con el paso del tiempo, al adoptar estos hábitos, el manejo del dinero será algo que empieces a hacer parte de tu rutina diaria, no será fácil, te lo aseguro, empezarás muchas veces hasta que logres tomar mejores decisiones financieras para tu bienestar… ¡Hasta la próxima!