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Lo que no sabías del sueño.

by Salem Rodríguez

lo que sabias del sueño

En medio de lo acelerado que se han vuelto nuestros días e influenciados por las diversas labores, retos y dificultades que a diario enfrentamos, nuestras prioridades vitales terminan muchas veces siendo desplazadas a un segundo plano, aunque nos permiten continuar con el diario vivir las consecuencias de dichas acciones afectan nuestra calidad de vida de manera significativa.

No me dio tiempo de… es lo que antecede a muchas de nuestras frases hoy día, dando por hecho en muchas ocasiones que 24 horas no son suficientes para llevar a cabo y de manera cabal nuestras labores diarias, entonces de manera consiente e inconsciente sacrificamos y minimizamos nuestra salud para lograr dichos objetivos.

EL sueño es una actividad inherente de todo ser humano, es un proceso activo y rítmico que sigue un horario determinado por nuestro propio organismo (ritmo circadiano), el cual es comandado en el cerebro (hipotálamo) y es influenciado por las interacciones de nuestro organismo con factores internos y externos.

Las necesidades del sueño pueden variar a lo largo de la vida y están sujetas principalmente a la edad de la persona, factores genéticos e interindividuales.

Es importante saber que la deficiencia en la calidad y el tiempo de sueño pueden ser perjudiciales para la salud, y pese a lo que se podía pensar en otros tiempos los malos hábitos y trastornos del sueño ya no son un problema netamente de las personas de la tercera edad, cada día es más habitual ver jóvenes, adolescentes e incluso niños afectados y padeciendo las consecuencias.

En la actualidad hay una tendencia creciente a dedicar menos horas al descanso nocturno con la intencionalidad de reponerlo en el día, pero tratar de dormir durante el día cuando nuestro reloj biológico adapta nuestro funcionamiento y comportamiento para que desarrollemos las actividades diarias es perjudicial. Dado que estamos expuestos a diversos estímulos que contribuyen a dificultar el sueño durante día, se puede conseguir mantener una proporción regular del sueño profundo que tiene funciones reparadoras y regeneradoras, pero se pierde un porcentaje importante del sueño ligero que regula el estado de ánimo y la memoria, como podemos notar son más las pérdidas que las ganancias.

Además de la fatiga, cansancio y excesiva somnolencia diurna, la privación crónica del sueño produce cambios metabólicos, endocrinos e inmunológicos, provocan daños en el estado de ánimo, dificultad para el aprendizaje y memorización, mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, trastornos digestivos, cáncer entre otros.

Es por ello que quiero hablarte de los beneficios de tener buenos hábitos de sueño y aportarte algunas recomendaciones que puedes incluir en tu rutina a la hora de dormir.

Beneficios:

  1. Mejora tu memoria: Al dormir hay mayor consumo de oxígeno en el cerebro y las conexiones neuronales se fortalecen, por ende, nuestro cerebro asimila mejor la información recogida durante el día mejorando la memoria a largo plazo y el aprendizaje. 
  1. Mejora el sistema inmunológico: Al dormir nuestro sistema inmunológico se regenera, aumentando la memoria inmunológica, esto ayuda de manera tal que la defensa de nuestro organismo ante agentes nocivos es más efectiva. 
  1. Protege el corazón:  El insomnio prolongado aumentan en sangre los niveles de hormonas relacionadas con el estrés (cortisol) en consecuencia se produce un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca; cuando descansamos la presión arterial y la frecuencia cardiaca tienden a disminuir entre un 10 -30%. 
  1. Reduce la depresión: Al dormir el cuerpo entra en una fase de relajación significativa, facilitando la producción de melanina y serotonina, estas hormonas contrarrestan los efectos de las hormonas estresantes y el resultado son emociones más estables.

Recomendaciones:

  1. Evita el uso de dispositivos electrónicos al menos 2 horas antes del horario de sueño habitual. La luz que emiten estos dispositivos alteran el ciclo del sueño.  
  1. Duerme en absoluta oscuridad y si es posible en un lugar con poco ruido, no dejes la luz o la televisión encendidas. La contaminación lumínica y auditiva dificultan la conciliación del sueño.  
  1. Utiliza la habitación únicamente para dormir y para las relaciones sexuales. El área de trabajo o estudio deberían estar fuera de la habitación. 
  1. La siestas o periodos de descanso durante el día no deben ser mayor de 40 min y debes evitarlas en su totalidad si presentas dificultad para conciliar y mantener el sueño. 
  1. Mejora tu alimentación, evita el consumo de líquidos y alimentos como el café, refresco, alcohol, cigarrillos 2 o 3 horas antes de dormir. El hambre, una mala digestión y las sustancias que contienen este tipo de bebidas pueden alterar tu sueño. 
  1. Evita hacer ejercicio intenso cercano a la hora de acostarse y de hacerlo procura que sean ejercicios de bajo impacto que te aporten relajación física y emocional.  
  1. Identifica y mejora los factores que te causan tensión o estrés. El estrés favorece y aumenta los problemas de insomnio, las técnicas de relajación suelen ser de utilidad. 

Si adoptas estas recomendaciones y las añades a tus hábitos diarios tu calidad de sueño mejorará y como consecuencia de ello tu salud en general se verá beneficiada.

Recuerda, esta es una guía orientativa, pero si presentas dificultades a la hora de conciliar y mantener el sueño acude a tu médico.

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