¿Has probado alguna vez el sexo tántrico?
La verdad es que el sexo tántrico es mucho más que esto e implica aplicar toda una filosofía de vida a la hora de afrontar la relación de pareja dentro y fuera de la cama. Esta disciplina oriental tiene más de 5.000 años de historia y combina la aplicación de técnicas físicas con un enfoque mental diferente de las relaciones sexuales. De hecho, su origen se debe a un rechazo de la religión del momento, que planteaba el rechazo al sexo como una manera de lograr la iluminación espiritual.
Optar por este tipo de sexo significa dejar de lado la búsqueda preferencial del orgasmo genital y buscar una unión de pareja más amplia, usando el sexo tántrico como medio para conseguirla.
Las claves del sexo tántrico
El tacto y la respiración son dos factores importantes en la práctica de este tipo de sexo, en el que juegan un papel importante elementos como los masajes de cuerpo completo y la armonización de las respiraciones. Con todos estos elementos, se pretende que la comunicación entre los dos amantes sea más fluida en todo momento.
La preparación previa al acto sexual es esencial para conseguir que una pareja conecte al máximo nivel en el sexo tántrico. Preparar un espacio privado y agradable donde podamos relajarnos y concentrarnos y buscar tiempo para disfrutar de nuestro encuentro es fundamental. También durante la preparación del acto, el sexo tántrico necesita lentitud y la búsqueda del contacto visual, además de la creación de rituales propios que nos puedan estimular y fomentar nuestra unión.
Después de este proceso, estamos listos para disfrutar del sexo, en el que podemos incluir las posturas que queramos, siempre procurando que equilibren al máximo las energías masculina y femenina de la pareja.