Cuidemos nuestra única casa el planeta
By. Eden Barrientos
Viendo un canal de televisión gubernamental de mi país, quedé perplejo con las noticias que con mucha preocupación dan algunos científicos de la ONU, así como otros que investigan los fenómenos meteorológicos y ambientales de forma independiente. En sentido, se informa que se está produciendo en el planeta una rápida descongelación de los enormes glaciares que se encuentran en el polo norte. Este fenómeno se produce por el calentamiento global, el cual viene afectando al planeta durante este última década. Sin embargo, este hecho ambiental no se debe a causas naturales, es la acción del hombre lo que está destruyendo la capa de ozono que protege nuestro planeta de la acción directa del sol sobre la superficie terrestre.
En este orden de ideas, preocupa como los paises industrializados como EEUU, China, Alemania, y otros, hacen caso omiso a las recomendaciones de la ONU, y otros organismos de seguridad planetaria, sobre la necesidad de recortar la emisión de bióxido de carbono, producto de la quema de combustible fósil. Desde esta perspectiva, pareciera que es más importante la producción petrolera que impulsa la maquinaria militar de las grandes potencias que la salvación del planeta, y por ende, la continuidad de la vida animal y humana sobre la superficie terrestre.
Ahora bien, ante nuestros ojos se viene sucediendo en estos últimos años, y de forma acelerada, la migración de millones de personas hacia otros países. Es así que se dice que el 98% de las migraciones se debe a cambios climáticos que están poniendo en riesgo a la civilización. Por ejemplo, Grecia y Turquía ahora mismo, muestran un escenario aterrador, producto de los incendios forestales que acabaron con miles de hectáreas con su correspondiente fauna. Esta situación obliga a las autoridades a evacuar pueblos enteros, empobreciendo a sus colonos, quienes pierden crías de animales, así como miles de hectáreas de sembradío, y lo mas terrible, sus hogares.
Este escenario, debería llevar a los gobiernos, particularmente de países industrializados, a diseñar políticas para reducir significamente la quema de combustible fósil, y por ende, la contaminación ambiental. De lo contrario, en nuestro planeta está el riesgo de producirse, y ya lo estamos viendo, un colapso ambiental de tipo apocalíptico. El tiempo está en nuestra contra, o corremos o pereceremos. Y usted sabe que no exagero.
Finalmente, se hace necesario que en las instituciones educativas, e incluso en las privadas, se inicien campañas permanentes que tiendan a generar conciencia sobre la necesidad de tomar pequeñas acciones para salvar al planeta, y revertir el daño ambiental. Actividades, tales como sembrar un árbol, buscar voluntarios para limpiar las playas, alentar la compra de productos biodegradables, exigir el incremento del impuesto a las compañías generadoras de monóxido de carbono, etc. Pero también es importante que los gobiernos promuevan el uso de otras fuentes de energías no contaminantes, tales como la hidrológica, la eólica, la proveniente del sol, y la eléctrica. Si no hacemos esto, nuestros hijos y nietos sufrirán el impacto del colapso ambiental sobre el planeta. Y lo más terrible, la eterna conciencia de que no hicimos lo suficiente para dejarles un hogar seguro. Nuestra casa es el planeta.
Profesor Eden Barrientos