Isco está, pero no está. Justo cuando parecía reaparecer, desapareció. El 6 de febrero, con Benzema lesionado, Ancelotti sorprendió eligiéndole para jugar de falso nueve contra el Granada (por delante de Jovic, Bale y Latasa; Mariano era baja por lesión). Disputó una hora y cuajó un partido notable. Se reivindicó. Pareció volver. Pero ni mucho menos, porque desde entonces no ha vuelto a jugar ni un solo minuto. Cero. Suplente contra Villarreal, Alavés, Rayo, Real Sociedad, Mallorca y los dos cruces ante el PSG. Siete partidos y casi 40 días en el ostracismo. Ausente.

Mantenemos la esperanza de volver a verlo en el gramaje aportando y viendo minutos.