Conozcamos sobre el yogurt
by Mariela Hernández
El yogurt es un producto lácteo obtenido mediante la fermentación de la leche, por medio de bacterias de los géneros lactobacillus y streptococcus.
Se suelen usar varias cepas diferentes para conseguir una fermentación más completa, si bien se puede obtener a partir de cualquier tipo de leche, actualmente predomina la leche de vaca como materia prima.
La fermentación de la lactosa en ácido láctico da al yogurt su acidez y parte de su sabor. Este también ayuda a que las personas con intolerancia a la lactosa pueden consumirlo sin sufrir trastornos digestivos.
El origen del yogurt se sitúa en Turquía aunque también hay quien lo ubica en la Península Balcánica, Bulgaria o Asia Central. Su nombre tiene el origen en un término rumano, “ ivart”.
Se cree que su consumo es anterior al comienzo de la agricultura. Los pueblos nómadas transportaban la leche fresca que obtenían de los animales en sacos generalmente de piel de cabra.
El calor y el contacto de la leche con la piel de cabra propiciaba la multiplicación de las bacterias ácidas que fermentaban la leche.
La leche se convertía en una masa semisólida y coagulada. Una vez consumido el fermento lácteo contenido en aquellas bolsas, éstas se volvían a llenar de leche fresca que se transformaba nuevamente en leche fermentada gracias a los residuos precedentes.
El yogurt se convirtió en el alimento básico de los pueblos nómadas por su facilidad de transporte y conservación. Unos siglos más tarde se descubriría su efecto calmante y regulador intestinal.
Méchnikov, quién recibió el premio Nóbel en 1908, fue el primer científico en intuir los efectos del yogurt en la flora intestinal. Demostró que el yogurt contenía bacterias capaces de convertir el azúcar de la leche- lactosa- en ácido láctico y que este ácido hacia imposible el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino derivadas de la descomposición de los alimentos.
También descubrió la enorme cantidad de vitaminas del grupo B que contiene el yogurt.
En la actualidad, el yogurt está ampliamente reconocido como un alimento saludable. Los fabricantes han respondido al crecimiento del consumo de yogurt, introduciendo numerosos tipos de yogurt, entre ellos, los bajos en grasas y 0%, los cremosos, los líquidos, los orgánicos o biológicos, para bebés, con frutas y helados.
BENEFICIOS NUTRICIONALES DEL YOGURT.
En primer lugar, el yogurt tiene una composición de micronutrientes similar a la de la leche, normalmente con una buena biodisponibilidad y asequibilidad.
En segundo lugar, el yogurt tiene una baja densidad energética.
En tercer lugar, el yogurt es una buena fuente de calcio y otros minerales, como por ejemplo magnesio, potasio y zinc. También es bajo en sodio. Las personas que consumen yogurt tienen en términos generales una ingesta de calcio mejor que las personas que no lo consumen.
En cuarto lugar, el yogurt contiene vitamina del grupo B, A y E.
En quinto lugar, el yogurt es una fuente excelente de proteínas de alta calidad, proteínas séricas y caseína, que pueden producir una reducción del apetito y contribuir al crecimiento de los músculos y los huesos.
En sexto lugar, el yogurt tiene una concentración de ácidos linoleicos conjugados mayor que la de la leche.
Ahora vamos a compartir una deliciosa receta con base de yogurt.
BERENJENAS A LA GRIEGA.
Una receta sencilla, saludable y ligera, con el carácter mediterráneo griego y alguno de sus productos más populares, como son la berenjena, el queso feta y el yogurt.
Ingredientes: 2 berenjenas, aceite de oliva, media granada, 2 yogures griegos, 50 g de queso feta, el zumo de medio limón, sal, pimienta negra y varias hojas de albahaca.
Preparación: partir por la mitad las berenjenas. Hacer cortes sobre la carne y untar generosamente con aceite de oliva.
Envolver en papel de aluminio cada mitad y meter en el horno, precalentando a 190°C. Hornear durante 35 o 40 minutos. Pasado ese tiempo, sacar del horno y dejar atemperar.
Pelar la granada y sacar todos sus granos. Mientras tanto, preparar la salsa. Para ello, triturar el yogurt griego junto con el queso feta. Poner en un bol y añadir el zumo de limón, sal y pimienta negra recién molida. Incorporar también la albahaca picada.
Desenvolver las berenjenas del papel de aluminio y untar generosamente con la salsa de yogurt. Añadir por encima los granos de la granada y terminar con un poco más de pimienta y un chorrito de aceite de oliva.
Ahora a disfrutar de un riquísimo y nutritivo plato. Los animo a incorporar el consumo del yogurt de manera regular, en la dieta diaria, y de seguro obtendrán excelentes beneficios para la salud.