1. Disminuye el consumo de azúcares refinados; sustituir los jugos por frutas enteras en el almuerzo y meriendas, ayuda a evitar el exceso de azúcar añadida.
2. Elimina las frituras de tus comidas. No todo debe ser a la plancha, guisar, preparaciones al horno y a la parrilla son una excelente opción.
3. Atento con la hidratación adecuada el promedio ideal de vasos de agua al día para un adulto es de 8 a 12 vasos de agua, intenta consumir ese promedio.
4. Evita eliminar grupos de alimentos, es muy común cometer el error de eliminar los carbohidratos. La recomendación real es disminuir el tamaño de las porciones y no combinar los carbohidratos con alto índice glicémico (alto contenido de azúcar).
5. Aumentar el consumo de proteínas (pollo, huevo, pescado, leche, yogurt), vegetales y fibra siempre será beneficioso, saludable e indicado en todo plan de alimentación.
6. Nunca es efectivo eliminar o saltar comidas; 5 comidas al día, distribuidas en tres comidas principales y 2 meriendas ayudan a disminuir cantidad y aumentar la frecuencia de las comidas para evitar episodios de ansiedad.
7. Integrar a todos los miembros de la familia en los cambios de hábitos saludables y alimenticios garantiza el mantenimiento, disfrute y éxito para obtener los resultados deseados.

Trabajar en equipo siempre será muy motivante para todos, sin embargo, es importante destacar que somos únicos y que existen condiciones especiales en la que nuestras necesidades y requerimientos son específicos y muy importante cubrir, como en Embarazo, atletas, adulto mayor y niños. 

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